Estudio de caso Sierra de Río Frío, Ixtapaluca-Texcoco

Has visto las montañas al oriente de la ciudad de México al norte de los volcanes se ubica la sierra de Río Frío. Esta serrania tiene muchos cerros de gran importancia pues son los últimos reductos donde vive el conejo zacatuche o teporingo en peligro de extinción. Además de tener una gran extención de bosques de coniferas con Pinos, encinos y oyameles que tienen una función ambiental que es servir de captación de aguas de lluvia para la recarga de los mantos acuiferos de los que se extrae parte del agua de los municipios de Texcoco, Chicoloapan e Ixtapaluca.

Dada su importancia en la captación del agua, los antiguos pobladores de la región asociaron el cerro con el dios de la lluvia Tláloc, nombre que tiene hasta la fecha su cerro mas alto. Los pueblos nahuas construyeron un templo en la cima de la montaña, por ello no es casualidad que en el poblado de Coatlinchan, cerca de San Vicente Chicoloapan, se encontrara el monolito de Tláloc que actalmente se ubica en el museo de antropología en la ciudad de México, se cuenta que cuando se lo llevaron cayo un aguacero porque el dios no quería ser trasladado de su pueblo, otros cuentan que en realidad no se trata del dios tlaloc, sino de la diosa de los lagos y ríos "Chalchiuhtlicue" o la señora de los tecomates, pero esa version no se ha confirmado.

Lo cierto es que los poblados cercanos llevan nombres relacionados con la fauna de los bosques que alguna vez cubrieron grandes extensiones, por ejemplo Coatepec o cerro de la serpiente, Cuauhtlalpan que significa en el nido de las aguilas, o Coatlinchan que significa en el hogar de las serpientes. como vemos nuestros poblados tiene una larga historia y sus nombre nos cuentan de la fauna que hubo y que puede llegar a haber en la región.

Hace ya algunos años realice un par de ascensos a las cumbres de la Sierra de Río Frío, en especifico del volcán Telapón que desde Ixtapaluca se avista como el más alto, sin embargo en términos absolutos éste posee 4065 m de altitud, y el volcán Tláloc tiene 4125, ambos son un par de viejos volcanes que se formaron hace 12 millones de años, por lo tanto ya no presentan evidencias de un cráter.

El ascenso en realidad no es tan complicado debido a que no posee pendientes abruptas y la mayor parte esta compuesta de bosques, sin embargo es conveniente tomar las precauciones debidas ya que pueden surgir algunos percances como la presencia de talamontes, además de las creencias populares acerca del espíritu de la montaña, ya que para los antiguos pobladores tanto el Tláloc como el Telapón son montañas sagradas por lo cual uno debe pedir permiso u ofrendar algo al espíritu, por ello no esta de más respetar el lugar y evitar dañarlo en lo posible.

El más importante desde el punto de vista histórico es el Tláloc, ya que en su cima se encuentra un sitio arqueológico de los mexicas en el cual se adoraba al dios de la lluvia Tláloc, otro aspecto interesantes es la alineación de la montaña con otras elevaciones relevantes como el cerro del Tepeyac, la Malintzin y el Citlaltepec o Pico de Orizaba, y en algunos días de febrero dicha formación se alinea con la trayectoria del sol, de manera que si se está en la cima del Tláloc, el sol sale por el Pico de Orizaba y se formaba una sombra llamada la montaña fantasma. En los tiempos prehispánicos se realizaban rituales en esa fecha.

La sierra de Río Frio, junto con la sierra Nevada servia a los pueblos del valle de México como indicadores del calendario dependiendo del lugar por donde salía el sol, obviamente dicha posición variaba de acuerdo con el punto de observación. Desde Ixtapaluca y el cerro de Chapultepec se tiene una clara identificación de las elevaciones que marcan los solsticios y equinoccios, ya que el solsticio de invierno esta marcado por el cerro Papayo, el equinoccio de primavera y de otoño esta marcado por el Telapón, y el solsticio de verano esta marcado por el Tláloc, he aquí la coincidencia del cerro Tláloc con la temporada de lluvias, lo cual demuestra su importancia para los Aztecas.

De esta manera se puede observar la importancia que tenia la sierra de rio frio para los aztecas, ya que les permitía calendarizar su actividades tales como el inicio de la siembra y la temporada de cosecha, así como las festividades como la del Tepeyac dedicada a Tonantzin el 12 de diciembre ahora dedicado a la virgen de Guadalupe, recordemos que por ese entonces no existían los calendarios actuales y todo se basaba en la observación de las estrellas y del sol.